jueves, 1 de enero de 2009

Otra vuelta alrededor del sol


Un año se define como el tiempo que tarda la Tierra en dar una vuelta alrededor del Sol. Equivale a 365 días, 5 horas, 48 minutos y 46 segundos, según el Diccionario de la RAE- Real Academia Española. Sustituimos el ocho por el nueve, cambiamos de año. Todavía nos costará algunos días habituarnos y nos equivocaremos al escribir la fecha, hasta acostumbrarnos al nueve.
¿Que significa cambiar de año? Agenda nueva, una cifra que aumenta en el tablero, un año más en las efemérides de los diarios. Un año menos o uno más. Cambia el calendario, sucedáneo del reloj, ese mecanismo inventado por el hombre que gira inexorable; que con sus números y manecillas hacen cuantificables las esperas.
Con espíritu de contradicción despedimos al 2008 y recibimos al 2009, en medio de alegrías y tristezas. ¡Cuántas cosas suceden en un año! Cuántas personas nacen, cuántas mueren en ese lapso de tiempo en que la tierra da una vuelta alrededor del sol. Cuántos encuentros, cuántos desencuentros. Los nuevos amigos, y los de siempre, los momentos compartidos, los abrazos dados y recibidos. Los libros leídos, los kilómetros que hemos recorrido. Digamos que en un año pudimos inaugurar un nuevo gobierno, cambiar de trabajo, ganar la quiniela, caer en desgracia, encontrar el amor, y perderlo, viajar a España, volver a casa.
Sábato, en su ensayo La Resistencia, hace una reflexión sobre el tiempo “Cada hora del hombre es un lugar vivo de nuestra existencia, que ocurre una sola vez, irremplazable para siempre. Aquí reside la tensión de la vida, su grandeza, la posibilidad de que la inasible fugacidad del tiempo se colme de instantes absolutos, de modo que, al mirar hacia atrás, el largo trayecto se nos aparece como el desgranarse de días sagrados, inscriptos en tiempos o en épocas diferentes”.
El tiempo fluye ininterrumpidamente, inventamos ciclos a partir del movimiento de los astros para contar, numerar, segmentar, clasificar. Así tenemos siglos años meses semanas días horas minutos segundos milésimas de segundos que son nuestra medida. El inicio de año es un momento propicio para un poco de filosofía, darle una mirada panorámica a nuestra vida y luego del balance, hacer un FODA personal; detectar Fortalezas, Oportunidades, Debilidades y Amenazas. Planificar, establecer metas, propósitos, armar estrategias, proyectar. Tiempo de abrir las manos y dejar caer la arena, momento de pasar la página, empezar otro capítulo. Cambiar de agenda. Volver a empezar.
Año nuevo; enero. Quietud después de trajinar diciembre. Enero se parece a una mañana soleada, tiene la liquidez azul del agua, la pesadez reververante de la siesta, aroma de sandía, cuarenta grados bajo el mango, cincuenta en el asfalto. Enero, magia del oriente. Mes de vacaciones y descanso, si acaso hay suerte. Me gusta enero porque hay una sensación de cambio y un aire de esperanza.
Disponemos de otra vuelta alrededor del sol para conquistar nuestros sueños.

1 comentario:

  1. Si miramos las cosas cotidianas de una forma distinta, podríamos cambiar el calendario por un medidor de distancias, aun mas exacto y complicado. En vez de preguntar qué día es hoy o qué hora es en este momento, averiguaríamos por donde vamos en ese recorrido inalterable alrededor del sol. Al escribir estas palabras quizás estemos en el kilómetro 1.453.975 de la órbita y te invito a tomar un helado al llegar al km 3.219.311.
    El calendario y las órbitas son casi (digo casi) irrelevantes. Yo estoy al lado de lo que sentí la primera vez que me abrazaron con el corazón, aunque el calendario diga lo contrario. Y a una distancia gigantesca de la última vez que el almacenero me dio el vuelto del precio de la Pulp que compré, segun el calendario...esta mañana.
    En mi interior, cada día es el dia de mi cumple, es Navidad, es el primer y el último día...tambien es el 1º de enero.

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